Pero ella te quiso.
Absurdo.
Y si mi resistencia,
y si mis muros,
y si la eterna huída de mi exilio….
En mis manos podrás mirar, ahora, las hojas secas,
las ramas marchitas de mis brazos otoñales,
líneas de destinos incumplibles.
Pero ella te quiso.
Y si lanzaba flores desde su mirada tierra,
desde su cabello húmedo,
desde su ingenua soledad de huérfana…
Desde mi voz no escucharás ya más palabras,
Aunque ella grite por dentro y se asfixie.
Y si mi palidez
ante cualquier destierro, ahora,
ante cualquier derrumbe, ahora,
ante cualquier escándalo….
Pero ella ya no llora
porque la dejaré morírseme aplastada en su ficticio ensueño.
Y si mis oraciones quedan incompletas será porque jamás,
jamás,
fueron completadas.
1 comentario:
Ok... los ensueños son peligrosos. Ya sabía que entre la realidad y los sueños nada bueno podía haber... procuraré no volverme a quedar dormida en medio de una oración.
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